lunes, 18 de mayo de 2015

La educación del siglo XXI: De la educación por competencias

Origen
Se podría decir que el comienzo del paradigma de las competencias se sitúa, en primer lugar, en la Conferencia Mundial de Jomtien de 1990. En esta reunión, en la que participaron el Banco Mundial, PNUD, UNESCO y UNICEF, se trató la educación universal de calidad, con especial atención a los más pobres. Pero lo que realmente significó esta reunión fue que se marcó a la educación como uno de los elementos más importantes para lograr el desarrollo, convirtiendo este tema, la educación, en uno de los importantes a tratar por los organismos mundiales.  (UNICEF, 1998).
Tras Jomtien, la UNESCO pidió en 1996 a la Comisión Internacional, presidida por Delors, que elaborara un informe que analizase la educación a nivel mundial. El resultado fue el conocido Informe Delors o La educación encierra un tesoro, en el cual se reflexiona sobre la importancia de la educación, sus obstáculos; y lo que más interesa para el tema de las competencias, los cuatro pilares de la educación. Estos serán Aprender a conocer, Aprender a hacer, Aprender a vivir y Aprender a ser. Entre estas cuatro ideas se deja entrever lo que derivará en el concepto de competencia, ya que las cuatro no hablan de contenidos a aprender, sino más bien de habilidades/comportamientos/conductas necesarias para la sociedad actual, la sociedad de la información. (Delors, 1996)
En 1996 y hasta 2006, la OCDE puso en marcha el proyecto DeSeCo, cuyo fin era definir las competencias clave (de hecho, las siglas significan Definición y Selección de competencias clave). Se determinaron tres grupos en los que se clasificarían las competencias: Uso de herramientas de forma interactiva, Interactuar en grupos heterogéneos y Actuar autónomamente. Éste fue el primer momento en el que se menciona el término competencia. (OCDE, The definition and selection of key competences: Executive Summary, 2005)
En 1997, las universidades de 11 países europeos (entre ellos España) y Japón, llevaron a cabo el proyecto CHEERS (Career after Higher Education: a European Research Study). Se trató de una encuesta cuyo cometido consistió en determinar los factores que influían en la empleabilidad de los estudiantes de Educación Superior. (Ruiz Carrascosa & Molero López-Barajas, 2010)
En junio de 1999, los ministros de educación de Europa firmaban la Declaración de Bolonia, cuya finalidad fue crear un espacio europeo de Enseñanza Superior y promocionarlo a nivel mundial. Para lograrlo se establecieron varios objetivos, entre los que destacan la imposición de un sistema basado en dos ciclos (grado y máster), el establecimiento del sistema de créditos o la promoción de la movilidad. (Ministros de educación de Europa, 1999)
En el año 2000 ocurrieron dos eventos relacionados con la educación. Por un lado el Foro Mundial sobre la educación de Dakar, que prácticamente consistió en culminar el proceso abierto en Jomtien 10 años antes, y evaluar el cumplimiento de los propósitos de este evento. A esta reunión acudieron todo tipo de participantes, tanto directamente relacionados con la educación como ministros de educación, docentes…; como representantes de varias instituciones. Además, la UNESCO se comprometió a apoyar y asesorar en relación a los sitemas educativos de los países miembros de la ONU. (Fiske, 2000)
El otro evento importante del nuevo milenio, fue la Cumbre extraordinaria del Consejo de Europa en Lisboa. El propósito de esta cumbre fue buscar métodos para poder aumentar la competitividad de la economía europea. En cuanto a la educación, para poder adaptarse a los cambios que supone la globalización, se acordó la reforma de los sistemas educativos europeos y la creación de una red europea de investigación e innovación. (Consejo Económico y Social, 2001)
En 2003, se comenzó a llevar a cabo lo firmado en Bolonia mediante el Proyecto Tuning; además de determinarse las competencias generales y específicas que se necesitaban adquirir en distintos campos de conocimiento para conseguir el grado. El proyecto se llevó a cabo en dos fases: una primera, en la que participaron todos aquellos países que aceptaron la declaración de Bolonia; y una segunda fase en la que entraron otros países, como los candidatos a formar parte de la UE o países de América Latina. (EEES, 2015)
En 2004, Consejo y Comisión de Europa emitían un informe sobre los objetivos a lograr en educación para que la economía europea fuera más competente y conseguir lo acordado en la Cumbre de Lisboa para 2010. A este proyecto se le llamó Programa de Trabajo “Educación y Formación 2010” y sus objetivos eran invertir en los ámbitos necesarios para la sociedad  de la información, lograr una educación permanente y facilitar la movilidad en Europa a través de referencias comunes.  (Consejo Europeo & Comisión Europea, 2004)
Debido a las grandes transformaciones que han ido ocurriendo a lo largo de nuestra era y que desencadenaron en una nueva sociedad, la sociedad de la información. En esta sociedad, los cambios y descubrimientos ocurren tan rápido, que enseguida los conocimientos adquiridos se quedan obsoletos, por ello apareció el paradigma de la educación por competencias.  (López Cazorla, 2010). Las competencias surgieron en relación al mundo laboral para sustituir lo que antes se conocían como destrezas básicas, ya que éstas las superaban dado que las competencias incluían la integración de las destrezas, conocimientos y actitudes. La competencia implica el saber aplicar lo que se ha aprendido para resolver problemas en la vida real, tanto conocidos como nuevos. Por otro lado, el que las competencias se denominen clave significa que son las habilidades necesarias para seguir adquiriendo otras nuevas en un futuro. Por tanto, se podría decir que las competencias clave son aquellas habilidades que permitirán la realización personal, social y profesional de los discentes; y permitirán la formación de ciudadanos capaces de continuar su aprendizaje en la sociedad actual.  (Valle & Manso, 2013)

Incorporación de las competencias a nuestro marco educativo
La primera ley en incluir las competencias en España, fue la LOE. En esta ley, las competencias formaban parte del currículo, del cual el 65% le correspondía fijarlo al Estado, y el 35% restante a las Comunidades Autónomas. El grado de adquisición de las competencias se medía a través de las pruebas de diagnóstico en 4° E.P. y 2° E.S.O. y no contaban para la nota. (Ley N° 106, 2006). Esta ley establecía 8 competencias básicas, aunque en Castilla-La Mancha se les unía una novena, la competencia emocional. (Decreto N° 116, 2007)
La LOMCE, fue la ley que la sucedió, y los cambios que realiza a nivel de competencias fueron entre otros, el cambio de los términos, que quedan explicados en la tabla, y que, como se puede observar, busca parecerse más a los determinados por la U.E. Además, la evaluación sobre la adquisición de estas competencias se hará a partir de evaluaciones finales a final de cada etapa, además de la polémica evaluación de 3° E.P. que contará a nivel académico. (Ley N° 295, 2013) En Castilla-La Mancha, la competencia emocional, desaparece y se queda con las 8 competencias clave expresadas en el Real Decreto. (Decreto N° 132, 2014) Por otro lado, la LOMCE hace gran hincapié en que son las asignaturas troncales las que contribuyan a la adquisición de las competencias clave, propugna el desarrollo de la competencia lingüística y la matemática, sobre todo; y además la evaluación de las competencias se hará a través de los llamados estándares de aprendizaje. (Orden N°25, 2015)

Evolución de competencias a nivel de términos
U.E.  (Valle & Manso, 2013)
LOE (Ley N° 106, 2006)
LOMCE (Ley N° 295, 2013)
Comunicación en lengua materna
Competencia en comunicación lingüística
Comunicación lingüística
Comunicación en lengua extranjera
Competencia matemática, científica y técnica
Competencia matemática
Competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología
Competencia en el conocimiento e interacción con el mundo físico
Competencia digital
Tratamiento de la información y competencia digital
Competencia digital
Aprender a aprender
Competencia para aprender a aprender
Aprender a aprender
Competencia cívica y social
Competencia social y ciudadana
Competencias sociales y cívicas
Competencia emocional (sólo en C-LM)
Sentido y expresión cultural
Competencia cultural y artística
Conciencia y expresiones culturales
Sentido emprendedor e iniciativa
Autonomía e iniciativa personal
Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor

Bibliografía

Consejo Económico y Social. (2001). La estrategia europea de empleo. Madrid: Consejo Económico y Social.
Consejo Europeo & Comisión Europea. (2004). Educación y formación 2010. Bruselas: Consejo Europeo.
Delors, J. (1996). Los cuatro pilares de la educación. En J. Delors, La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI (págs. 91-103). Madrid: Santillana/UNESCO.
Decreto N° 116. Decreto 68/2007, por el que se establece y ordena el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, Toledo, España, 29 de mayo de 2007.
Decreto N° 132. Decreto 54/2014, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, Toledo, España, 10 de julio de 2014.
Fiske, E. B. (2000). Informe final del Foro Mundial sobre la Educación de Dakar. París: UNESCO.
Ley N° 106. Ley Orgánica 2/2006 de Educación, Madrid, España, 3 de mayo de 2006.
Ley N° 295. Ley Orgánica 2/2013 de Educación, para la mejora de la calidad educativa, Madrid, España, 3 de diciembre de 2013.
López Cazorla, F. (2010). Una educación por competencias para una sociedad del siglo XXI. Innovación y experiencias educativas(30), 1-16.
Ministros de educación de Europa. (1999). Declaración de Bolonia. Bolonia.
OCDE. (2005). The definition and selection of key competences: Executive Summary. Recuperado el 9 de Mayo de 2015, de OECD.org: http://www.oecd.org/pisa/35070367.pdf
Orden N° 25. Orden ECD/65/2015, por la que se describen las relaciones entre las competencias, los contenidos y los criterios de evaluación de la educación primaria, la educación secundaria obligatoria y el bachillerato, Madrid, España, 21 de enero de 2015.
Ruiz Carrascosa, J., & Molero López-Barajas, D. (2010). OCUPACIÓN LABORAL Y FORMACIÓN COMPLEMENTARIA DE LOS TITULADOS UNIVERSITARIOS. Bordón, 1(4), 109-122.
UNICEF. (1998). Educación para Todos: Convertir un derecho en una realidad. En C. Bellamy, & UNICEF, Estado Mundial de la Infancia 1999: Educación (págs. 7-21). UNICEF.

Valle, J., & Manso, J. (2013). Competencias clave como tendencia de la política educativa supranacional de la Unión Europea . Revista de Educación, 12-33.

miércoles, 22 de abril de 2015

Algunos trucos para citar correctamente

Vamos a reconocerlo, después del trauma que a la mayoría de nosotros nos supuso tener que pasar por Bachillerato, nosotros, muy ingenuos, supusimos que las cosas no podían llegar a peor, que ya habíamos pasado por lo más complicado de nuestra vida académica y que a partir de ahí todo sería "pan comido".  Sin embargo, cuál fue nuestra sorpresa al descubrir que aún había que pasar por más para poder sacarte un grado. ¡Y encima todo nuevo!
Pero de entre las novedades que nos ofrecía el mundo universitario, sin duda lo que de lejos más ha hecho llorar a los alumnos, ha sido la inclusión de la bibliografía, con sus referencias, citas y normas... Y para más inri, ahora hay un programa que detecta el plagio, lo que fuerza a la gente a dedicar más horas en citar de las que ya se le echaban, porque si no citas bien, te cuenta como plagio. Por ello, escribo esta entrada, para mostrar algunos trucos que empleo para citar que me han ido contando y así dar la posibilidad de ahorrar un poquito de tiempo para citar y dedicaros a cosas más importantes como salir de fiesta estudiar para los exámenes y eso.

         En primer lugar, está el programa Mendeley Desktop. Es un programa gratuito cuya principal función es buscar documentos académicos, muy parecido a Dialnet. Pero para nosotros, lo más interesante del programa es que cita en el formato que se quiera. El problema es que está en inglés. Pero bueno, aquí doy algunas instrucciones de cómo usarlo:

1.     El primer paso es descargarlo, se puede acceder a través de este link. Una vez descargado, será necesario registrarse.



2.     Al abrir el programa saldrá una pantalla como esta. Para añadir un documento para citar, simplemente se despliega la pestaña señalada y se pinchar Add Entry Manually.



3.     Se abrirá una ventanita en la que habrá que escribir los documentos que se quiere citar. Una vez dado a aceptar aparecerá en la pantalla del centro citado. Para cambiar el formato de la cita, se le da a View Citation Style y se elige el tipo, yo lo tengo en APA.



Otro método de citar es Google Académico, pero sólo se puede hacer si se ha buscado el documento a citar con este buscador. Es muy sencillo, en la pantalla donde salen los resultados de la búsqueda, bajo cada link, hay distintas opciones, una de ellas es citar. Si se le da aparecerá otra ventana con el documento citado en distintos estilos, se copia el que interese y ya está.




Y por último, pero no menos importante, está el Word. Sí, sirve para algo más aparte de para escribir. ¡Qué bien sabía Bill Gates que íbamos a tener problemas con esto! Es el método que más recomendaría, pues todos sabemos que el paquete de Office es uno de esos elementos imprescindibles para trabajar a gusto en el ordenador, y por tanto, cas. Tengo que decir que yo lo explicaré desde una versión bastante reciente, el Word 2013 Student, por lo que a lo mejor el proceso para citar en otras versiones puede variar:

1.     Al acceder a Word, se puede observar una pestaña que pone Referencias.



2.     Una vez se haya pinchado en esa pestaña, nos quedaremos con las opciones que hay justo debajo de esa pestaña: Insertar cita, Administrar fuentes, Estilo  y Bibliografía.




3.     Para poder citar el documento, es necesario pinchar Administrar fuentes. Entonces aparecerá una ventana con dos pantallas: la de la izquierda contiene todos los elementos que se hayan citado anteriormente, y la derecha los citados exclusivamente en ese documento. Se puede hacer pasar la cita de un lado a otro simplemente seleccionándola y clicando Copiar. Si se quiere añadir uno nuevo, se puede pinchar Nuevo y aparecerá otra ventana para rellenar con los datos. Es importante mencionar que los datos hay que insertarlos como dicta el ejemplo, y además asegurarse de que aparecen todos los campos que hay que rellenar, pues no tiene por qué mostrarse correctamente, por ejemplo, en el caso de las revistas con el número y el volumen son obligatorios de poner en APA pero no aparece el campo en la pantalla principal, por lo que se le da a Mostrar todos los campos bibliográficos y se rellena, aunque no lo señale el Word como obligatorio.





4.     En Word, también se pueden hacer referencias, simplemente al acabar aquello que se quiere referenciar, se clica Insertar cita y se elige de entre los documentos que salen en la pantalla derecha de la ventana Administrar fuentes. Por lo que si se quiere añadir la cita de algún documento nuevo, previamente habrá que haberlo introducido en esta otra ventana.


5.     Para insertar la bibliografía nada más que se le da a Bibliografía y se elige el formato que más guste.

Se tratan de tres programas muy útiles y sencillos a la hora de hacer trabajos, pero no hay que olvidar que son eso, programas. Por lo que no podemos esperar que respondan más allá de los comandos que se les inserta, lo que significa que pueden quedar desactualizados o no citar del todo bien. Por tanto, a la hora de terminar la cita, somos nosotros los que tenemos la última palabra.

martes, 21 de abril de 2015

La familia y la escuela ¿mejor amigos o enemigos?


Tradicionalmente, los elementos socializadores del niño eran dos: la familia y la escuela; pero en la actualidad, se ha abierto paso un tercero con una capacidad increíblemente influyente y cuyo principal cometido no es el educar, sino el placer. Éste consiste en los medios de comunicación masivos, los cuales pueden considerarse un peligro pues transmiten que un niño es incapaz de filtrar adecuadamente, como pueden ser ciertos modelos y valores aprobados por la sociedad y que pueden ser perjudiciales para el infante (cánones de belleza, violencia, estereotipos…). Por ello, la colaboración entre familia y escuela es de vital importancia en esta época (Fuente Aguilar, 2006). Pero esto no es fácil…
Por un lado, podemos encontrar a las familias, que constituyen el elemento primario de la socialización de los niños. La familia ha pasado por muchos cambios, entre los que se encuentran la pérdida de autoridad debida a unos padres sumergidos completamente en la cultura juvenil y que evitan que el niño deje de ser niño  (Savater, El eclipse de la familia, 1997). También entran en juego las características laborales actuales, que provocan la dificultad de los padre a la hora de compatibilizar vida familiar y laboral; y que provoca dos tipos de respuesta (que pueden darse perfectamente a la vez): consentirle todo tipo de capricho al hijos y/o estar encima de ellos. Esto da como resultado a unos niños sobreprotegidos, incapaces de esforzarse por nada pues lo consiguen todo sin ningún tipo de esfuerzo y/o de responsabilizarse de algo, pues son los padres quienes asumen -cada vez más- sus responsabilidades  (Fuente Aguilar, 2006).
Los cambios acontecidos en las familias, pueden dar lugar a distintos modos de clasificación de las familias, de los que resulta más interesante la tipología cuyo criterio es el reparto de poder entre los miembros, pudiéndose diferenciar:
§      Modelo autoritario: en el que uno o varios miembros imponen las reglas. Tradicionalmente, las autoridades son los progenitores, generalmente el padre. Pero en estos días, se da con frecuencia el caso de niños tiranos que imponen su voluntad a los padres.
§      Modelo anárquico: en este modelo nadie tiene el poder, sino que cada miembro sigue su criterio de manera independiente al resto.
§      Modelo democrático: en él, las decisiones se toman en consenso y se tiene en cuenta la opinión de cada miembro.

Por otro lado, está la escuela, a la que tradicionalmente se le ha encargado desde que apareció como consecuencia de la Revolución Industrial, la tarea de transmitir todo aquello de lo que no se podía ocupar la familia, los contenidos más intelectuales  (López Larrosa, 2003). La escuela, al igual que la familia, ha ido experimentando cambios (tal vez más rápidos y pronunciados que ésta, pues su existencia es más breve y ha sido influida por los mismos agentes que las familias como parte que es de la sociedad). En la actualidad, el principal cambio que se puede observar es que la familia está descargando sus  funciones como socializador primario en la escuela (que son los valores y el afecto) para las que la escuela no está preparada y supone un conflicto para los maestros, pues por un lado tienen el mismo objetivo que las familias: la educación del niño; pero por otro buscan sus intereses como obreros: el horario, salario, etc.  (Pérez de Guzmán Puya, 2002). Cabe decir que existe la creencia de que la extensión de la educación ha supuesto la bajada del nivel de la misma. Esto no puede ser del todo cierto por un simple motivo: aceptar esta afirmación significaría que aquellos con más dinero, que eran los únicos que podían permitirse la escolarización, tendrían que ser por genética más inteligentes. En un principio, al estudiar resultados en test de inteligencia, los alumnos pertenecientes a las capas más pobres de la sociedad sacan peores resultados; pero resulta que la inteligencia humana no se puede medir a partir de tests, por tanto, esos resultados no son fiables y no se puede demostrar que haya un colectivo más inteligente que otro (Savater, Educar es universalizar, 1997). Sin embargo, es cierto que la gente procedente de las partes más altas tienen mejores medios para triunfar en la cultura académica. Por ello es importante la escuela, para que todos, independientemente de su origen, tengan las posibilidades de triunfar y para ello, no es necesario bajar el nivel, sino ayudar a las clases más desfavorecidas a llegar a ese nivel.



Habiendo analizado las dos situaciones, cabe describir las relaciones existentes entre las dos. En primer lugar, como ya se ha dicho anteriormente, los límites entre las funciones de la escuela y los correspondientes a las familias con los niños son cada vez menos claros. Esto da lugar a que uno traspase las funciones de otro, deteriorando su relación y dismuyendo la autoridad y efectividad de ambos; facilitando la confusión del niño, el cual podrá intentar aprovecharse de su situación. Sin embargo, los dos comparten un mismo objetivo: la educación del niño. Además la colaboración entre ambos hoy en día es de vital importancia por los motivos expuestos con anterioridad. Concluyo diciendo las distintas vías posibles por las que se puede dar la comunicación entre familia y escuela, que se pueden clasificar en dos grupos en función de quien se acerca a quien  (López Larrosa, 2003):
  • Comunicación familia-escuela: en ésta es la familia la que acude o busca a la escuela. Las más comunes y conocidas son las reuniones con el tutor (grupales o individuales), la representación en el Consejo Escolar, las asociaciones de padres y las actividades extraescolares (tanto para padres como para niños)  (López Larrosa, 2003).
  • Comunicación escuela-familia: a través de ella, la escuela se pone en contacto con la familia, que suele ser a través de los deberes, cartas y circulares  (López Larrosa, 2003). Y en los últimos años, también juegan un papel importante las plataformas educativas tipo Delfos, Papás o Educamos.

Bibliografía

Fuente Aguilar, P. (Enero de 2006). DOCENTES Y FAMILIA ¿PODRÁN CO-LABORAR? Avances en supervisión educativa(2). Recuperado el 12 de Abril de 2015, de http://www.adide.org/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=68&Itemid=29
López Larrosa, S. (2003). FAMILIA Y ESCUELA: TRABAJANDO CONJUNTAMENTE. REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN, 8(7), 291-295.
Pérez de Guzmán Puya, M. (2002). Familia y escuela: ¿Dos mundos inconexos? Cuestiones pedagógicas(16), 205-220.
Savater, F. (1997). Educar es universalizar. En El valor de educar (págs. 169-196). Barcelona: Círculo de lectores.
Savater, F. (1997). El eclipse de la familia. En El valor de educar (págs. 65-105). Barcelona: Círculo de lectores.


martes, 24 de marzo de 2015

Sobre legislación

La jerarquía de las leyes en España

La ley con mayor importancia en un país democrático, y tiene prevalencia sobre todas las demás es la Constitución. A continuación, se encuentran las normativas comunitarias y los tratados internacionales, que se deben de ajustar a la Constitución; en caso de que no sea así, se debe de cambiar la Constitución o no firmar el acuerdo. Por ejemplo, uno de los motivos por los que Turquía no se adhiere a la UE es porque derechos humanos como la libertad de expresión no están garantizados en ese país por la Constitución, y el garantizarlo es una de las condiciones que pide la UE.
Las siguientes normas serían las leyes, tanto ordinarias como orgánicas, que las llevan a cabo las Cortes, en las cuales reside el poder legislativo. La Constitución y los tratados internacionales son los únicos que prevalencia sobre ellas.
Después les siguen los reales decretos, diferentes de las leyes porque éstos los realiza el Gobierno (o poder ejecutivo). Esta situación se puede dar por dos casos:
·         Debido a que el asunto a tratar es urgente, el Gobierno suplanta al Parlamento y ejerce el poder legislativo; aunque este caso es muy excepcional. Estos decretos adquirirán el nombre de Real Decreto-Ley.
·         Cuando las Cortes se encuentran sobrecargadas de trabajo, delegan en el Gobierno parte de su poder. Las normas que salgan en este caso recibirán el nombre de Real Decreto Legislativo.
Por último, se encuentran los Reglamentos, que son las normas de rango inferior a las leyes y los reales decretos, y las realizan órganos dependientes del poder ejecutivo. En este grupo se encuentran los decretos, las órdenes ministeriales, las circulares, etc.  (Dpto. de Administración Pública (IES Heliópolis), 2009)

Estructura de las leyes en España

Básicamente, una ley se puede dividir en dos partes: la parte expositiva y la parte dispositiva. La parte expositiva consta del preámbulo, que expone los motivos de la ley; mientras que la dispositiva se compone del articulado, la parte final y anexo, pero este último es opcional.
El articulado, está compuesto por los artículos que compone la ley, que para facilitar su comprensión y búsqueda, se distribuyen en:
·         Libros: sólo se utilizan en una pequeña parte de los casos ya que se emplean para leyes muy extensas, como el Código Civil.
·         Títulos: también son empleados exclusivamente en leyes extensas o de gran importancia, como la Constitución española.
·         Capítulos: dividen directamente la ley o los títulos, en caso de tenerlos. Es lo más habitual.
·         Secciones: es una subdivisión de los capítulos, aunque no son muy habituales.
·         Artículos: son las unidades básicas de la ley. Tratan un único concepto y se numera consecutivamente independientemente de la división de la ley. Se pueden dividir en apartados y letras.
La parte final se puede dividir en cuatro tipos de disposiciones:
  • Disposiciones adicionales: en ellas se contemplan los regímenes jurídicos especiales, como por ejemplo, en la Constitución, el régimen económico y fiscal de las Canarias.
  • Disposiciones transitorias: que, como su propio nombre indica, señala el tránsito entre la ley antigua y la nueva.
  • Disposiciones derogatorias: indica las leyes (o artículos de las leyes) que anula esa ley.
  • Disposiciones finales: hacen referencia a la entrada en vigor de la norma.
Por último, se añaden los anexos si es que se considera necesario, ya que estos contienen datos como estadísticas, gráficas, el currículo de las asignaturas en educación…  (Pau I Vall, 2009)

El proceso de elaboración de leyes

En primer lugar, es importante determinar quién tiene iniciativa legislativa, que en España son tres grupos: Gobierno (que presentaría una proposición de ley), el Congreso y la iniciativa popular (que presentarían proyectos de ley). Tanto un documento como otro, pasan al Congreso de los diputados, quienes debaten la ley. Tras ello pasa al Senado, que puede aprobarla, y entonces la sancionará el Rey y se publicaría; o puede vetarla o incluirle enmiendas, tras lo cual, volvería al Congreso y se volvería a votar; y después de que se apruebe el veto o enmiendas, la ley la sanciona el Rey y se publica en el BOE.

(CIDEAD)

Políticas públicas y políticas educativas. Cómo analizarlas

Para poder analizar una política educativa, es necesario tener en cuenta lo que es el mandato del sistema educativo, que es aquello que la sociedad de un momento histórico considera deseable y legítimo que se cumpla en las políticas educativas. Este mandato, está conformado por:
  • Instrumentos que llevan a cabo las políticas educativas: de los que se pueden distinguir dos políticas: las políticas de igualdad educativa, que a su vez se dividen en políticas de equidad (aumento de centros públicos, distribución de becas…) y políticas de compensación (formación de adultos, formación ocupacional…); y las políticas que regulan la calidad y modernización del sistema educativo (el ratio de alumnos por profesor, planes de estudios para la formación del profesorado…).
  • El impacto de las políticas educativas: miden el alcance que han tenido estas políticas y se realiza a través de indicadores como la demanda escolar, el número real de beneficiarios de becas...
  • Los actores sociales de las políticas educativas: son los que participan en las políticas educativas, entre los que se encuentran los partidos políticos y sindicatos; y la comunidad educativa, conformada por asociaciones de padres, de profesores y de alumnos.
  • La gestión de la educación: que se puede dividir en dos niveles: la gestión del centro, en la que éste goza de autonomía para la toma decisiones a nivel pedagógico y económico y la lleva a cabo el Consejo Escolar, en el cual, quedan representados todos los miembros de la comunidad educativa. Y por otro lado, la gestión a nivel territorial y de las políticas educativas, que corresponde al Estado y a las Comunidades Autónomas.  (Bonal, 1998)

Enlaces de interés: La Constitución española

Bibliografía

Bonal, X. (1998). La política educativa: Dimensiones de un proceso de transformación. En R. Gomà, & J. Subirats (Coords.), Políticas públicas en España: Contenidos, redes de actores y niveles de gobierno (págs. 153-175). Barcelona: Editorial Ariel.
CIDEAD. (s.f.). Principios de gestión administrativa: Las Cortes. Elaboración de leyes. (M. d. Educación, Ed.) Recuperado el 23 de Marzo de 2015, de educaLAB: http://ntic.educacion.es/w3/eos/RecursosFP/Administracion/GradoMedio/GestAdmi/modulo6/Index.htm
Dpto. de Administración Pública (IES Heliópolis). (2009). Tema 2. La jerarquía de las Normas en la Constitución Española. Recuperado el 23 de Marzo de 2015, de Publica: http://roble.pntic.mec.es/cgar0136/TEMA%202%20La%20jerarqu%EDa%20de%20las%20normas%20en%20la%20Constituci%F3n%20%20-1%AA-.pdf

Pau I Vall, F. (Abril de 2009). La estructura de las leyes en España. Revista Debate(16), 12-20.

lunes, 9 de marzo de 2015

Algunos términos relacionados con la organización de nuestro mundo

La organización territorial y su administración

Aunque Estado y nación son términos que a menudo se usan como sinónimos, son dos términos muy distintos; mientras uno hace referencia a lo institucional de un territorio, el otro más bien se refiere al grupo de personas en sí:
·         Estado: aparato político compuesto por las instituciones de gobierno y los funcionarios civiles, que domina un poder territorial dado y cuya autoridad se funda en la ley y en la capacidad de utilizar la fuerza.
·         Nación: grupo de personas unidas por un fuerte sentido de valores compartidos, rasgos culturales como la lengua y la religión y una historia común percibida.
Para formar un Estado es necesario que haya al menos una nación, en cuyo caso dará lugar al Estado-nación, que es aquel Estado en el que la población se siente parte de una misma comunidad, como por ejemplo, Francia. Si existen varias naciones en el Estado, éste tenderá a declararse como plurinacional, como España. Sin embargo, para formar una nación no es necesaria la existencia de un Estado, pudiéndose dar lugar al fenómeno de la nación sin Estado, en la que los miembros de una nación no cuentan con una soberanía política sobre un territorio que consideran suyo. Sería el caso de País Vasco y Cataluña con España o de Escocia con el Reino Unido. En ambos casos los Estados reconocen la existencia de las naciones respectivamente y les proporcionan cierta autonomía en la toma de decisiones. Pero no tiene por qué ser así, como podemos observar con el Estado de Israel, formado por una nación judía y una palestina, en el cual, los judíos no reconocen a los palestinos.
·         Estado de derecho: es aquel en el que el poder estatal queda limitado por normas jurídicas. La principal función de este tipo de Estado es controlar y restringir el poder político para poder favorecer la libertad individual. Para ello, la ley debe de cumplir varios requisitos: formales (referido a la generalidad y precisión de la norma), sustanciales (referidos al contenido, que responde a valores y derechos reconocidos y respetados) y la división de poderes (con el fin de evitar la arbitrariedad de un solo poder).
·         Estado del bienestar: Es aquel Estado que proporciona prestaciones de la seguridad social y servicios a través de unas disposiciones legales en unas situaciones definidas con dinero público. Su principal función es entonces ayudar a incluir a aquellos colectivos dentro del sistema capitalista, que por motivos diversos, en condiciones normales quedarían excluidos. Por ejemplo, como ocurre con los jubilados, que como no pueden trabajar se quedarían excluidos al no recibir sueldo; sin embargo, el Estado se encarga de dar pensiones para que entren en este sistema como consumidores. En los países democráticos, capitalistas e industrializados (principalmente lo que se conoce como occidente) este sistema tiende a buscar el pleno empleo, la provisión de servicios sociales universales (salud y educación), mantenimiento de un mínimo nivel de vida y la centralización y mayor racionalidad de la administración.

Los derechos humanos

Son garantías que se consideran imprescindibles para el pleno desarrollo del ser humano, entre ellas podemos contar la libertad, la igualdad, la dignidad, la educación…
Estos derechos quedan recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), elaborada por la ONU tras la II Guerra Mundial con la intención de no volver a repetir esa barbarie. Sin embargo, se hicieron declaraciones de derechos mucho antes. Las más conocidas son las de la constitución de EE.UU. o la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano en Francia, acontecidas en el siglo XVIII gracias a la ideas de la Ilustración y a las revoluciones que azotaron esa época; aunque la más vieja que se conoce es la del Cilindro de Ciro, del 539 a.C.

La principal característica de los derechos humanos es su universalidad, es decir, que son aplicables a cualquier ser humano del planeta, con independencia de su origen, raza, religión… Otros elementos que los caracterizan son que son indivisibles e intransferibles, y suponen derechos y obligaciones de parte de los responsables y titulares de ellos (esto es, la humanidad entera). Y además, se tratan de incluir en las constituciones de los países, llegando a hacer referencia a la DUDH y se intentan poner medios para respetarlos y protegerlos en aquellos países que los niegan.
Dejo algunos enlaces de interés:
Si queréis averiguar cuánto sabéis de la DUDH (advierto que no funciona muy bien): http://www.un.org/es/documents/udhr/quiz.shtml

Ciudadanía y modelos de ciudadanía 

La ciudadanía se puede definir como la relación política y jurídica entre un Estado y las personas pertenecientes a éste, dotándoles de una identidad política y desarrollando sujetos políticos activos y participativos. Para que se pueda dar la ciudadanía, es necesario que haya democracia dado que ésta es la única que exige y permite la participación de los gobernados en el sistema político.
Respecto a la ciudadanía, se pueden observar distintos modelos:
·         Ciudadanía liberal: Es la más común en las sociedades plurales. Se caracteriza por la defensa de valores como la libertad, la razón y la tolerancia. Aunque si hay una palabra que defina a este modelo es la individualidad. Esta ciudadanía propugna la primacía de los derechos individuales sobre los colectivos, concibe a la democracia como un medio para posibilitar la autonomía privada y es partidaria de la propiedad privada y una economía de mercado competitiva y un Estado neutral.
·         Ciudadanía comunitarista o nacionalista: este modelo argumenta que la identidad de los ciudadanos es solamente entendible a partir de su comunidad, a la que le deben lealtad y compromiso. Por ello, es el bien común el que prima sobre los derechos individuales, y para que esto sea posible, el Estado no puede ser neutral.
·         Ciudadanía republicana: está basada en la concepción del hombre como ciudadano, es decir, como un ser autónomo que participa en la vida pública. Le da mucha importancia al espacio público, al bien común y a las instituciones políticas; ya que por ellas se puede lograr la autonomía, quedando vinculada la libertad a la ciudadanía. La democracia no es un instrumento para lograr los intereses individuales, sino que a través de ella se expresan los ciudadanos y por tanto, ésta les debe rendir cuentas a ellos.

Bibliografía

Burgos, J. (2010). Estado de derecho: del modelo formal al sustancial. Diálogos de Saberes(33), 231-244.
Farge Collazos, P. (2007). El Estado del bienestar. Enfoques(1-2), 45-54.
Giddens, A. y. (2013). Glosario. En Sociología (págs. 1172-1204). Madrid: Alianza Editorial.
Giddens, A. y. (2013). Naciones y nacionalismo. En Sociología (págs. 1132-1144). Madrid: Alianza Editorial.
González García, E., & Chacón-López, H. (2014). Sobre el concepto y modelos de ciudadanía. Revista científica electrónica de Educación y Comunicación en la Sociedad del Conocimiento, 2(14), 288-311.
ONU. (2013). La ONU y los derechos humanos. Recuperado el 9 de Marzo de 2015, de http://www.un.org/es/rights/overview/
ONU. (s.f.). HISTORIA DE LA REDACCIÓN DE LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS. Recuperado el 9 de Marzo de 2015, de Declaración Universal de Derechos Humanos: http://www.un.org/es/documents/udhr/history.shtml
ONU. (s.f.). LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS: FUNDAMENTO DE LAS NORMAS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS. Recuperado el 9 de Marzo de 2015, de Declaración Universal de Derechos Humanos: http://www.un.org/es/documents/udhr/law.shtml

domingo, 15 de febrero de 2015

Hablando de la democracia...

El tema de la democracia es un tema bastante controvertido del que hablar. No todo el mundo es capaz de entender lo que realmente significa y lo que hay que sacrificar por este ideal. En esta entrada trataré de aclarar algo sobre ella basándome en las fuentes aportadas vía Moodle y en el manual de sociología de Salvador Giner.
  • Algunos términos para empezar: sistema electoral, sistema de partidos, sistema político y régimen político

Como la mayoría de los términos a definir son sistemas me parece conveniente dejar claro lo que significa esta palabra. Un sistema es, según aprendimos en Procesos del aprendizaje el año pasado, un conjunto de elementos interrelacionados y enfocados a un objetivo común. Por tanto, un sistema político, un sistema electoral o un sistema de partidos constarán de elementos que se relacionan entre ellos y una función; por lo que las diferencias entre estos tres términos puede radicar en sus elementos y su función.
De acuerdo al archivo de definiciones, el más sencillo de diferenciar es, sin duda, el sistema electoral. Sus elementos serán las reglas y prácticas que se llevan a cabo durante las elecciones y consistirá en la transformación de los votos de los ciudadanos en puestos institucionales o escaños.
Por otro lado, sin perder de vista el archivo antes mencionado, cabe diferenciar sistema político de sistema de partidos. En las sociedades democráticas, por lo general, están íntimamente relacionados. Sin embargo, se diferencian en que en el sistema de partidos, sus elementos son los partidos políticos de un territorio determinado y generalmente dan lugar a un tipo de sistema político, el democrático; pero un sistema político no tiene porqué necesitar un sistema de partidos (por ejemplo, una dictadura) y un sistema de partidos no tiene porqué ser sinónimo de democracia (véase la situación de la Restauración en la España de finales del siglo XIX).

Por último, es necesario distinguir entre régimen político y sistema político, dos términos complicados de diferenciar, ya que ambos comparten los mismos componentes, los gobernantes y los gobernados, y también su función, el ejercicio de la política. A pesar de ello, no son sinónimos, dado que régimen político, hace mayor referencia a las instituciones en sí; siendo sistema político un término más complejo y completo, puesto que aparte de abarcar las instituciones, también incluye las interrelaciones entre ellas.
  • Intento de definición de democracia:

A la hora de definirla, resulta interesante acudir su significado etimológico. Democracia proviene del griego y significa ‘gobierno del pueblo’ (demo=pueblo, kratia=gobierno). Otro punto de interés es que en algunas ocasiones es definida como ‘el menos malo de los regímenes políticos existentes’, que aunque parezca una definición un poco vaga, trae consigo determinadas connotaciones como que no es perfecta o que su elección se hace al descarte. Y muchas veces, para poder explicarla, se opone a otros conceptos como la dictadura, la tiranía, la oligarquía o el absolutismo.
Según Salvador Giner, en su manual de sociología, la democracia es una forma de vida, y para que pueda considerarse como tal, es necesaria la participación libre de los ciudadanos en la vida política. Mientras, Felipe González López, resalta el principio de legitimidad de tal concepto, la importancia de las instituciones y la concepción como un ideal.
En conclusión, aunque existen varias maneras de explicarla, lo que todos tenemos claro es que se trata de un régimen político en el que participan todos los ciudadanos de alguna manera. Generalmente, suele ser indirecta debido al gran número de participantes. De ahí que sean necesarios un sistema electoral y un sistema de partido para llevar a cabo este sistema político.
  • Criterios para la democracia:

Giner,  da importancia a la libertad, la cual se ve amenazada (y se ha visto amenazada) de distintas maneras como la demagogia, las coacciones, la manipulación de los ciudadanos… Es por ello que los filósofos clásicos que reflexionaron sobre la política (Aristóteles y Platón, principalmente) consideraban que una democracia era un régimen político deseable siempre y cuando los ciudadanos estuvieran bien educados. Por tanto, para considerar que una sociedad es democrática, juega un papel muy importante (e incluso determinante) el nivel de educación de los individuos, ya que ésta cumple la función de formar ciudadanos libres y críticos.
Otro elemento de enorme importancia, de acuerdo con Giner (quién lo señala como elemental), es la representatividad. En una sociedad, al estar constituida por diversos grupos de gente, será necesario tenerlos en cuenta a todos, dado que cada grupo ofrecerá punto de vista distinto sobre una misma situación que afecta a todos, y que dependerá del entorno del colectivo. Es por ello que en el siglo XIX, los obreros pelearon porque a los políticos se les pagara sueldo, para que en los senados se pudiera escuchar su voz.
En resumen, el nivel de democracia de una sociedad es fácilmente observable en la correspondencia entre la riqueza de partidos políticos y sindicatos; y en el sistema educativo de los mismos. Lo cual se justifica en que cuanto más partidos y sindicatos distintos, con distintas ideologías, habrá un mayor número de voces representadas, aunque no conviene que haya demasiados puesto que la situación podría ser ingobernable; y en el sistema educativo, por la importancia que tiene la educación en la formación de las personas y la calidad de esta educación, ya que, a través de ésta se puede manipular a los ciudadanos.
  • Criterios para una escuela democrática:

En mi opinión, el nivel de democracia de un centro es muy importante debido a que son las escuelas el lugar donde se forman a futuros ciudadanos que formarán parte de una sociedad democrática. Sin embargo, debido a la complejidad de este tipo de sociedad, creo que el aprendizaje de las normas y reglas que la regulan deben ser de manera vivencial, puesto que de esta manera serán más difíciles de olvidar.
En una primera vista, se podría decir que a la hora de observar el nivel de democracia en un centro educativo, son importantes los órganos de gestión del centro. Sin embargo, no sólo basta con enumerar las instituciones y cargos que se puedan realizar dentro del colegio, sino también contemplar el nivel de participación en los mismos. Según Feito, en su artículo sobre escuela y democracia, el nivel de participación de estos órganos, en España, es muy bajo.
También señala que son importantes los métodos de enseñanza dentro de la escuela y actividades de aula, como puede ser la elección del delegado de clase; los cuáles son importantes porque de ellos dependerá la motivación de los alumnos a la hora de participar en una sociedad democrática. Pero claro, para que los alumnos sean capaces de tomar este tipo de decisiones es necesario que se fomenten desde que son pequeños valores como la autonomía, la iniciativa personal o el respeto a los demás; lo cual es tarea tanto de la escuela como de las familias. Y por lo que se puede observar hoy en día, esta empresa se lleva a cabo hasta cierto punto. Esto es fácilmente observable en niños que interrumpen constantemente al profesor, o que se pierden en el momento en que se les da alguna tarea sin procedimientos guiados o con varias soluciones (por ejemplo, dibujar lo que quieran sobre algún cuento que se les haya contado).
 Y por último, otro factor en el que insiste, sería la igualdad de oportunidades para todos, puesto que, aunque la educación es un derecho reconocido en todo ser humano, el fracaso escolar está bastante generalizado en los colectivos más minoritarios o con menos recursos, de lo que se deduce que ha habido pérdida de oportunidades por el camino. Pueden ser derivadas de que no se atendió a las necesidades de estos grupos, lo que independientemente del motivo que lo cause, supone una disminución del nivel de democracia del centro, ya que la voz de este colectivo ha sido ignorada y éste puede llegar a verse en riesgo de rechazo e incluso de exclusión social.