domingo, 15 de febrero de 2015

Hablando de la democracia...

El tema de la democracia es un tema bastante controvertido del que hablar. No todo el mundo es capaz de entender lo que realmente significa y lo que hay que sacrificar por este ideal. En esta entrada trataré de aclarar algo sobre ella basándome en las fuentes aportadas vía Moodle y en el manual de sociología de Salvador Giner.
  • Algunos términos para empezar: sistema electoral, sistema de partidos, sistema político y régimen político

Como la mayoría de los términos a definir son sistemas me parece conveniente dejar claro lo que significa esta palabra. Un sistema es, según aprendimos en Procesos del aprendizaje el año pasado, un conjunto de elementos interrelacionados y enfocados a un objetivo común. Por tanto, un sistema político, un sistema electoral o un sistema de partidos constarán de elementos que se relacionan entre ellos y una función; por lo que las diferencias entre estos tres términos puede radicar en sus elementos y su función.
De acuerdo al archivo de definiciones, el más sencillo de diferenciar es, sin duda, el sistema electoral. Sus elementos serán las reglas y prácticas que se llevan a cabo durante las elecciones y consistirá en la transformación de los votos de los ciudadanos en puestos institucionales o escaños.
Por otro lado, sin perder de vista el archivo antes mencionado, cabe diferenciar sistema político de sistema de partidos. En las sociedades democráticas, por lo general, están íntimamente relacionados. Sin embargo, se diferencian en que en el sistema de partidos, sus elementos son los partidos políticos de un territorio determinado y generalmente dan lugar a un tipo de sistema político, el democrático; pero un sistema político no tiene porqué necesitar un sistema de partidos (por ejemplo, una dictadura) y un sistema de partidos no tiene porqué ser sinónimo de democracia (véase la situación de la Restauración en la España de finales del siglo XIX).

Por último, es necesario distinguir entre régimen político y sistema político, dos términos complicados de diferenciar, ya que ambos comparten los mismos componentes, los gobernantes y los gobernados, y también su función, el ejercicio de la política. A pesar de ello, no son sinónimos, dado que régimen político, hace mayor referencia a las instituciones en sí; siendo sistema político un término más complejo y completo, puesto que aparte de abarcar las instituciones, también incluye las interrelaciones entre ellas.
  • Intento de definición de democracia:

A la hora de definirla, resulta interesante acudir su significado etimológico. Democracia proviene del griego y significa ‘gobierno del pueblo’ (demo=pueblo, kratia=gobierno). Otro punto de interés es que en algunas ocasiones es definida como ‘el menos malo de los regímenes políticos existentes’, que aunque parezca una definición un poco vaga, trae consigo determinadas connotaciones como que no es perfecta o que su elección se hace al descarte. Y muchas veces, para poder explicarla, se opone a otros conceptos como la dictadura, la tiranía, la oligarquía o el absolutismo.
Según Salvador Giner, en su manual de sociología, la democracia es una forma de vida, y para que pueda considerarse como tal, es necesaria la participación libre de los ciudadanos en la vida política. Mientras, Felipe González López, resalta el principio de legitimidad de tal concepto, la importancia de las instituciones y la concepción como un ideal.
En conclusión, aunque existen varias maneras de explicarla, lo que todos tenemos claro es que se trata de un régimen político en el que participan todos los ciudadanos de alguna manera. Generalmente, suele ser indirecta debido al gran número de participantes. De ahí que sean necesarios un sistema electoral y un sistema de partido para llevar a cabo este sistema político.
  • Criterios para la democracia:

Giner,  da importancia a la libertad, la cual se ve amenazada (y se ha visto amenazada) de distintas maneras como la demagogia, las coacciones, la manipulación de los ciudadanos… Es por ello que los filósofos clásicos que reflexionaron sobre la política (Aristóteles y Platón, principalmente) consideraban que una democracia era un régimen político deseable siempre y cuando los ciudadanos estuvieran bien educados. Por tanto, para considerar que una sociedad es democrática, juega un papel muy importante (e incluso determinante) el nivel de educación de los individuos, ya que ésta cumple la función de formar ciudadanos libres y críticos.
Otro elemento de enorme importancia, de acuerdo con Giner (quién lo señala como elemental), es la representatividad. En una sociedad, al estar constituida por diversos grupos de gente, será necesario tenerlos en cuenta a todos, dado que cada grupo ofrecerá punto de vista distinto sobre una misma situación que afecta a todos, y que dependerá del entorno del colectivo. Es por ello que en el siglo XIX, los obreros pelearon porque a los políticos se les pagara sueldo, para que en los senados se pudiera escuchar su voz.
En resumen, el nivel de democracia de una sociedad es fácilmente observable en la correspondencia entre la riqueza de partidos políticos y sindicatos; y en el sistema educativo de los mismos. Lo cual se justifica en que cuanto más partidos y sindicatos distintos, con distintas ideologías, habrá un mayor número de voces representadas, aunque no conviene que haya demasiados puesto que la situación podría ser ingobernable; y en el sistema educativo, por la importancia que tiene la educación en la formación de las personas y la calidad de esta educación, ya que, a través de ésta se puede manipular a los ciudadanos.
  • Criterios para una escuela democrática:

En mi opinión, el nivel de democracia de un centro es muy importante debido a que son las escuelas el lugar donde se forman a futuros ciudadanos que formarán parte de una sociedad democrática. Sin embargo, debido a la complejidad de este tipo de sociedad, creo que el aprendizaje de las normas y reglas que la regulan deben ser de manera vivencial, puesto que de esta manera serán más difíciles de olvidar.
En una primera vista, se podría decir que a la hora de observar el nivel de democracia en un centro educativo, son importantes los órganos de gestión del centro. Sin embargo, no sólo basta con enumerar las instituciones y cargos que se puedan realizar dentro del colegio, sino también contemplar el nivel de participación en los mismos. Según Feito, en su artículo sobre escuela y democracia, el nivel de participación de estos órganos, en España, es muy bajo.
También señala que son importantes los métodos de enseñanza dentro de la escuela y actividades de aula, como puede ser la elección del delegado de clase; los cuáles son importantes porque de ellos dependerá la motivación de los alumnos a la hora de participar en una sociedad democrática. Pero claro, para que los alumnos sean capaces de tomar este tipo de decisiones es necesario que se fomenten desde que son pequeños valores como la autonomía, la iniciativa personal o el respeto a los demás; lo cual es tarea tanto de la escuela como de las familias. Y por lo que se puede observar hoy en día, esta empresa se lleva a cabo hasta cierto punto. Esto es fácilmente observable en niños que interrumpen constantemente al profesor, o que se pierden en el momento en que se les da alguna tarea sin procedimientos guiados o con varias soluciones (por ejemplo, dibujar lo que quieran sobre algún cuento que se les haya contado).
 Y por último, otro factor en el que insiste, sería la igualdad de oportunidades para todos, puesto que, aunque la educación es un derecho reconocido en todo ser humano, el fracaso escolar está bastante generalizado en los colectivos más minoritarios o con menos recursos, de lo que se deduce que ha habido pérdida de oportunidades por el camino. Pueden ser derivadas de que no se atendió a las necesidades de estos grupos, lo que independientemente del motivo que lo cause, supone una disminución del nivel de democracia del centro, ya que la voz de este colectivo ha sido ignorada y éste puede llegar a verse en riesgo de rechazo e incluso de exclusión social.

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